La Creación de Todo

La Creación de Todo, la física cuántica actual comienza a entender y a considerar que no sólo existe un universo, sino que también miles de universos. A este conjunto de infinitos universos se le llama multiversos. 

La mejor forma de entender la existencia de miles de universos es comparando a cada uno de estos universos con burbujas que forman parte de alguna espuma. No importa si es espuma natural o espuma hecha por el hombre. Aquella espuma tiene millones de burbujas en su cuerpo. 

Así es como los universos existirían: en un tejido inmenso. Todos los universos conforman la realidad. Al ser un universo una burbuja, hay un momento en que dentro de este universo aparece una masa. En ese momento esta masa es de tales cantidades necesarias y correctas para poder crear un universo completamente nuevo. 

El Big Bang es espritual no es materia

La cantidad de esta masa es engendrada por un Todo Consciente. Este Todo Consciente es al que todos llamamos o conocemos como Dios. Dios, con su infinito amor de creación, engendró esta masa dentro de este universo vacío. Al principio, cuando Dios comenzó a crear este universo, la vida en este universo era sólo espiritual. Antes de que Dios creara la materia las vidas en el universo sólo eran espíritus andantes que se desplazaban por el universo. 

Algo muy parecido a un Big Bang, pero espiritual, ocurrió antes del Big Bang que todos conocemos. Este Big Bang que todos conocemos es el Big Bang material. Los seres humanos no comprenden todo lo que sucede en el universo. Los seres humanos sólo creen que la materia lo es todo, pero ese es un pensamiento equivocado. 

Los seres humanos sólo se limitan a lo que los cinco sentidos les informan. Este mundo material es sólo una barrera para poder alcanzar dimensiones más altas como la quinta dimensión. Además, los seres humanos han sido adoctrinados para no vibrar o no encontrar dentro de ellos a Dios. Todos los hombres han olvidado su pasado espiritual, ya no les importa tener vibraciones altas. 

La sociedad en la que todos vivimos ahora nos ha limitado a no expandir nuestra consciencia más allá del mundo material. La conciencia que duerme dentro de nosotros es la semilla para toda la vida que existe. Gracias a la consciencia existió vida en niveles llamados suprafísicos. 

La creación de nuestro universo fue gracias al amor consciente y creador de Dios

En estos niveles conocidos como suprafísicos se encontraba la Fuente Universal, mejor conocida por nosotros como Dios. La consciencia de esta Fuente Universal creó mediante su inmenso amor el universo y otros universos más. Este amor se extendía por el universo como largos brazos. 

La creación de nuestro universo fue gracias al amor consciente y creador de Dios. Pero el Dios que conocemos no es la única fuente consciente capaz de engendrar vida. No. 

Hay conciencias de fuentes más inferiores en jerarquía que la Fuente Universal. Estas otras fuentes serían como hijos suyos. 

Estas otras Fuentes, hijas o hijos de la Fuente Universal, como por ejemplo los arcángeles, los Elohim que aparecen en la Biblia, y todo aquel ser divino y espiritual conocido en el Libro de Urantia como los bellos Hijos Paradisíacos. 

Nosotros podríamos entender mejor la existencia de todos estos seres espirituales si consultamos a la Física Cuántica. Porque la Física Cuántica es la respuesta a todas nuestras dudas existenciales sobre la creación del Universo. Lo que hoy la raza humana conoce como energía y materia oscura son simplemente niveles más elevados de consciencia. 

Energías al servicio de la fuente son creadoras de otros universos

Ninguno de estos seres espirituales como La Fuente Universal o los Elohim poseen forma física en nuestro mundo de tres dimensiones. Ellos están en dimensiones superiores a la tercera dimensión. La tercera dimensión es donde nosotros nos encontramos y vivimos nuestras vidas. Así que la imagen de aquel viejo de larga barba que has visto en las pinturas de una iglesia no es Dios. 

Así no luce Dios. Dios, que es la Fuente Universal, no puede lucir así porque él no pertenece a nuestra tercera dimensión. Todos estos seres espirituales no poseen masa en sus cuerpos, ellos son energía pura. Hay varios seres espirituales que crean mundos y universos como los arcángeles, y los Elohim que aparecen en la Biblia, pero todos ellos obran y trabajan conectados a la consciencia de la Fuente Universal. 

La Fuente Universal es la consciencia que existe en todo nuestro universo y en los otros universos creados, en creación o por crear. La energía se intensificó y se expandió por el universo. Esta energía que viajó por cada rincón del universo, le pertenecía al amor creador de estos seres espirituales hechos de luz. 

El multiverso está en continuo crecimiento

Estos seres espirituales vieron que la energía que ellos desplegaron por el universo era buena y positiva. Su creación era buena y de gran calidad, así que ellos crearon la materia bariónica, es decir, todo el mundo físico en el que vivimos y que podemos percibir con los cinco sentidos. 

En aquel momento los seres espirituales comenzaron a darle forma a las estrellas y a la materia del mundo físico. Estos seres de luz también crearon a los clusters y a todas las galaxias. Todas estas creaciones fueron colocadas de manera ordenada en niveles multidimensionales distintos. 

A muchas estrellas y a muchos de estos planetas creados se les regaló un nivel de consciencia superior, capaz de ayudar a la labor de creación en esta nueva realidad física, es decir, planetas y estrellas ayudaron en la creación de este nuevo universo donde todo era físico y ya no espiritual.